El país que la presidenta describió existe solo en su imaginación

En la tarde de ayer asistimos azorados al discurso de la Presidenta de la Nación, quien en un tono falsamente coloquial, lanzó a la sociedad toda una de las más inquietantes provocaciones que se haya escuchado desde un primer mandatario en ejercicio de sus funciones. Ante una protesta justificada, pacífica, y motorizada por los que trabajan la tierra, -pues en este caso las bases superaron a sus dirigentes-, la presidenta no encontró otra respuesta mas que la incitación a una mayor convulsión social mediante datos tergiversados, inexactitudes, y un tono altanero y autosuficiente generado por la soberbia y la impunidad del que desconoce lo que significa el trabajo genuino.

El intento de falsear la realidad esta vez no dio resultado, pues el propósito perverso de enfrentar al pueblo con el pueblo, terminó en cacerolazos en todo el país contra el gobierno. Y los únicos que quedaron frente a la protesta fueron el gobierno y la patota sindical que cogobierna el país en estos tiempos.

La voracidad del gobierno por contar con fondos no presupuestados, y de los cuales no da cuenta al momento de gastar, lo lleva a destruir las economías regionales, a destruir el futuro de los pueblos de interior productivo. Estamos asistiendo, desde la gestión anterior, a la alarmante disminución del stock ganadero por la tozudez y limitación intelectual de quienes gobiernan, pues no entra en sus cabezas que la mejor herramienta para bajar los precios es aumentar la oferta.

Son las limitaciones típicas de quienes no saben lo que es producir, y solo tienen como prioridad hacer caja de dineros no presupuestados, sin evaluar si destruyen a sectores económicos claves para el desarrollo del país.

Desafortunadamente también queda manifiesta una falta de compromiso y firmeza del gobierno provincial en la defensa de nuestra economía, y de los intereses de los ciudadanos pampeanos que lo respaldaron con su voto hace solo unos pocos meses.

Lamentablemente hoy quedó claro que tenemos una presidenta al frente del gobierno, pero no tenemos una estadista garantizando el crecimiento armónico y la paz social del país.